Iglesia de San Millán
Si en tu recorrido por España, el camino te lleva hasta Segovia, debes saber que existe una antigua iglesia llena de características singulares, que es una cita obligatoria para todos los fieles católicos y amantes de la historia del arte.
La iglesia de San Millán, es un templo católico ubicado en la ciudad de Segovia. Su conformación prerrománica corresponde al siglo XI, siendo predominante su estilo mudéjar, lo que distingue esta edificación de mochos otros edificios de tintes católicos a lo largo y ancho de la cuidad. Al igual que muchos otros edificios antiguos, como el templo de Debod, ha sufrido varias modificaciones a lo largo de los años.
Desde 1111 hasta 1126 Alfonso I el Batallador, se encargó de la restructuración del edificio durante su mandato en Castilla, lo que convierte esta iglesia, en una de las más antiguas de la cuidad. Una verdadera joya que tiene muchas historias para contar.
Uno de los elementos que vuelve destacable este templo católico, son sus grandes columnas (muy amplias en proporción a la iglesia, que en si misma tienen unas dimensiones de 50 metros de longitud y 20 metros de altura) que está decorada con una temática que refleja a los reyes magos en su camino a visitar a Jesús en belén. Y existe otra, que representa la historia de la huida de Egipto.
Para el catolicismo es un lugar de oración y consagración a Dios. Un espacio para los fieles creyentes. Su planta, hace referencia a una figura humana, siendo la cristiandad un factor que se hace notar a plena vista; el reflejo principal, es el cuerpo de cristo. Su ábise, de forma singular, toma una curva que se asemeja a la cabeza caída de cristo durante la crucifixión; y el lugar de la sagrada comunión, podría también reflejar lo que muchos describen como la divinidad de Dios en la tierra.
En ábise de este histórico templo, está orientado hacia el este; como por gracia de Dios, es justamente la zona donde, al amanecer, su casa en la tierra recibe los primeros rayos del sol, como el padre que va de visita a la casa sus hijos todas las mañanas. Lo opuesto ocurre en la entrada principal, desde donde se pueden ver los últimos rayos de sol en el ocaso; una vez más, podría ser un símbolo del milagro divino. El simbolismo que hace referencia a la luz y la oscuridad, donde los fieles recorren la entrada buscando la iluminación, y en la salida se refleja el plano terrenal.
Han sido varias las excavaciones que se han realizado en la iglesia de San Millán, las cuales nos han dado algunos de estos datos interesantes sobre el pasado, no solo de la iglesia y de la religión, sino de la cuidad. Un lugar donde la ciencia, la religión y el arte han convergido para entregarnos esta maravilla arquitectónica, aún llena de algunos misterios por descubrir.
Imagina el amanecer en Segovia, lleno de tanta historia y rayos de sol. Es una visión inspiradora para cualquier viajero.