Visita Bucarest y el ateneo rumano, un lugar donde han convergido el arte y la ciencia desde 1888
Rumanía se encuentra presente en el imaginario popular de occidente gracias a diversos medios, obras literarias y representaciones cinematográficas, y si bien es un país bastante propicio para la temática oscura, a causa de sus espesos y escarpados bosques, este mítico lugar tiene mucho más que ofrecer al mundo extranjero.
Dejemos de lado por algunos minutos la bellísima y encantadora tierra transilvana, o los bosques de Budapest, y concentrémonos en la capital rumana, Bucarest.
Siendo la capital, y la ciudad más poblada del país, son muchas las actividades culturales que llegan a ser de interés para el público visitante, y uno de los más resaltantes, bellos e icónicos lugares, no solo de la capital, sino del país y de toda la unión europea, es el ateneo rumano.
Ubicado en la calle Franklin 1-3 sector 1 (centro de Bucarest) este edificio ornamental de forma circular, fue diseñado por el arquitecto francés Albert Galleron sobre una parcela que le perteneciera a una antigua familia perteneciente al principado de Valaquia, siendo una de las familias más antiguas de la región: Los Văcărescu.
La idea de su construcción, surge ante una preocupación tanto cultural, como científica en el año 1865, cuando varias personalidades de estas áreas fundaron la Sociedad Cultura del Ateneo Rumano para llevar a cabo sus actividades.
Aunque el edificio se inauguró oficialmente el en año 1888, su construcción continuó hasta 1897; una construcción en la que colaboraron muchísimos miembros de la sociedad popular de Rumanía durante algunos 28 años, diferenciándose de muchos edificios cuya construcción se debe directamente al poder y el financiamiento privado.
Uno de los principales eventos realizados en el ateneo durante principios del siglo XX, y quizás uno de los más representativos, fue la celebración de la ratificación de La Gran Rumanía– denominación que se le otorga a la unión de Valaquia y Moldavia al renio rumano bajo un mismo príncipe desde el año 1859 hasta 1947- En este evento en particular, la ratificación realizada por los lidere políticos de este país, estuvo dirigida hacia la unión de Besarabia, Transilvania y Bucovina.
A causa de un derrumbe en 1919 se realizó una extensa restauración en la que tuvo participación el pintor rumano Silviu Petrescu, y el financiamiento, llegó por parte del gobierno de Rumanía y el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa.
Contando con un precioso estilo neoclásico, con algunos detalles del romanticismo, este edificio cuenta con una capacidad de 600 personas para el área de las butacas y 52 en los palcos; y su sala de conferencias, se encuentra ubicada justo en la planta baja de la sala de conciertos contando con las mismas dimensiones de la sala superior.
Frente al edificio, encontramos un pequeño parque, y, a modo de mención honorifica, una estatua del poeta de Rumanía y la república de Moldavia Mihai Eminescu.
Es interesante, como un grupo conformado por ramas del saber que en muchas ocasiones se contraponen, se unieron para formar parte de lo que hoy en día, es uno de los salones de conciertos y salas de conferencia más hermosos del mundo.