Visita el museo Santa Sofía en Estambul
Es impresionante como muchas veces, a lo largo del tiempo, gracias al cambio que tiene lugar en ciertos momentos de la historia, a causa de las guerras, los tratados, o cualquier otro tipo de eventualidad, las cosas cambian; se transforman, cual polilla en primavera. Muchos de más grandes y antiguos edificios en el mundo, son un ejemplo perfecto de este cambio, y el museo Santa Sofía, es un gran ejemplo de ello:
Santa madre Sofía, es una antigua basílica patriarcal ortodoxa, que, en algún momento de la historia, gracias a la toma de la cuidad por el imperio otomano, fue convertida en una mezquita musulmana; actualmente la edificación se encuentra convertida en un precioso museo, epicentro del arte y la cultura en la cuidad de Estambul, y en Turquía en general.
La que fuera una construcción de madera con unas dimensiones impresionantes, en comparación con cualquier edificación existente en la cuidad por aquellos años, fue inaugurada por el obispo arriano Eudoxio Antioquia, durante el reinado de Constancio II, hacia el 15 de febrero del año 360 d.C. En aquel entonces, también estaba en marcha el proyecto para la construcción del palacio imperial- iglesia de Santa Irene– la cual, fue terminada mucho antes que la basílica de Santa Sofía, por lo cual, en teoría, Santa Irene fue la primera sede del patriarcado del imperio otomano. Estas dos iglesias, en su conjunto, también fueron las primeras representaciones del imperio romano de oriente.
Gracias a las variaciones en sus pasos por diversos cultos (como la cristiandad ortodoxa y posteriormente su reforma como mezquita musulmana) Santa Sofía presenta en su decoración una variedad de elementos distintivos de dichos credos, como el nicho (mihrab) el minbar- todos estos símbolos islámicos- o, los usuales mosaicos cristianos. Desde su reforma como mezquita en el año 360, permaneció como tal hasta el año 1931, año en el que el imperio otomano cerrara sus puertas al público, convirtiéndose de ese modo en uno de los templos islámicos en durar al menos unos cinco mil años. Ya en el año 1935, la basílica fue reinaugurada, ahora como el museo que es en la actualidad.
Durante su existencia, la iglesia fue víctima de varios incendios y eventos desafortunados debido a protestas y atropellos a causa del mandado y régimen de sus diversos emperadores, y muchos de sus detalles ornamentales desaparecieron para siempre, o quedaron enterrados debajo de los cimientos de la edificación actual. Hubo en tiempo en el que existió un proyecto de excavación, sin embargo, esto fue cancelado por miedo a que existiera una inestabilidad en lo que es hoy el museo.
Conocida por la magnificencia y dimensiones de su cúpula dorada, y la exposición de figuras religiosas y decorado de culto, la basílica de Santa Sofía- llamada de ese modo como una referencia a la sabiduría divina (Sofía como la palabra latina para sabiduría) convertida en museo, es una de las obras arquitectónicas más impresionantes, no solo del mundo antiguo, sino también de nuestros tiempos. Un hermoso lugar lleno de historia que debes visitar.